En el año 1965, Paul Ricoeur hacía fortuna con una expresión que agrupaba a tres pensadores en una “filosofía de la sospecha”. Estos “maestros de la sospecha” eran Marx, Nietzsche y Freud y la sospecha era que la razón no podía ni comprender completamente la realidad ni resolver del todo los problemas de la historia, tal y como había pretendido a lo largo del proyecto moderno. Es decir, estos autores sospechaban —de diferentes maneras y por diferentes motivos— que el proyecto ilustrado era una ilusión, que este gigante construido por la modernidad, desde Descartes hasta Hegel, era un gigante con pies de barro. La ilustración del siglo XVIII había confiado excesivamente en la razón. Esta debía liberarnos de la superstición a través de la ciencia, tenía que dotarnos de una norma moral independiente de la religión y prometía llevarnos a formas políticas que superasen definitivamente la opresión e incluso la guerra. La sospecha, pues, era que todo eso no sólo no se podía hacer, sino que el intento de hacerlo comportaba peligros peores, ya que la razón escondía bajo la alfombra fuerzas que en realidad no podía dominar. Si el hombre ilustrado creía que su conciencia racional guiaba su vida individual y colectiva, los filósofos de la sospecha quisieron mostrar que la supuesta guía era incapaz y que los auténticos motivos de la acción de los hombres eran la lucha de clases (Marx), el resentimiento de los débiles (Nietzsche) o las pulsiones del inconsciente (Freud). En este curso nos aproximaremos a las sospechas de estos tres pensadores y a sus propuestas, pero también a las de otros autores que les precedieron y les siguieron, recorriendo un centenar de años, desde 1820 a 1930, aproximadamente. Haremos, pues, unos cuantos asaltos a la razón ilustrada, para ver qué se está atacando en cada caso y para valorar finalmente si esa razón merecía ser asaltada y qué queda de todo ello hoy, para bien y para mal.

Idioma:

Catalán

Ponente:

Jordi Casasampera: Profesor tutor de la UNED Sènior

Inscripción:

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